El pasado 14 de febrero de 2023, se cumplido un año de la promulgación de la Ley 284 de 2022 “Sobre el Régimen de Propiedad Horizontal y que subroga la Ley 31 de 2010”, esta Ley se constituye en un nuevo reto para las propiedades horizontales, en su más amplio espectro, toda vez que absolutamente todos debemos acostumbrarnos a esta nueva legislación.
Cuando menciono todos, me refiero a los actores de la propiedad horizontal:
- Autoridades
- Promotores
- Constructores
- Corredores de Bienes Raíces
- Promitente comprador
- Propietarios
- Junta Directiva
- Administradores
- Asesores
Es evidente que luego de un año no todos los actores mencionados se han comprometido con la correcta interpretación de esta ley, y es verdaderamente una lástima, porque estoy convencido que es una muy buena legislación, posiblemente no sea imparcial, por haber participado en la mesa de trabajo de esta ley; lo digo desde la parte profesional como abogado y asesor de propiedades horizontales.
Todavía nos enfrentamos a controversias de interpretación entre algunas autoridades y particulares, lo que es normal en este tipo de procesos, pero también debemos resaltar que aparentemente existe interés de las autoridades de alinear interpretaciones en beneficio de las comunidades.
Por otro lado, también nos encontraremos al Órgano Judicial, que no hace ni el más mínimo esfuerzo de involucrarse y entender esta nueva ley, afectando en algunas ocasiones la convivencia pacífica y/o al respeto de las decisiones.
Debo resaltar la apatía de parte de los propietarios y junta directiva de la actualización de los Reglamentos de Copropiedad, por no ser una obligación, debemos recordar que el artículo 122, establece la necesidad de actualizar todos los reglamentos que hayan sido aprobados con las legislaciones anteriores, compromiso que muy pocos han realizado y que en un futuro cercano les traerá dificultades en la aplicación de su reglamento de copropiedad. Si los propietarios que serán los más afectados, no muestran interés, qué podemos esperar de los involucrados de manera externa a las propiedades horizontales.
Para concluir y siendo optimista, un año es muy poco para poder evaluar una ley, pero sí creo que es el termómetro para saber, como actores de este modelo, qué debemos hacer para lograr el mejor provecho; no solamente a la ley, sino a este modelo especial de propiedad que esta destinada a seguir creciendo y a tomarse los desarrollos inmobiliarios, a muy corto plazo.
Mi pensar es que todavía la balanza no está imparcial y todavía está a favor de los que tienen mayor factor adquisitivo.